Por: Antonio Sánchez
Guatemala, Ciudad. El primero de una serie de estudios para analizar el exceso de mortalidad por COVID-19 en nuestro país ha sido dado a conocer. En el trabajo se analiza la distribución del exceso de mortalidad según período de tiempo, sexo y edad, comparando el promedio histórico de mortalidad durante los tres años previos (2017, 2018 y 2019) con los datos registrados por el Registro Nacional de las Personas (RENAP) hasta agosto del 2020.
Desde el inicio de la pandemia, el Ministerio de Salud ha informado diariamente a la población acerca de la cantidad de contagios, recuperados y fallecimientos de COVID-19 en Guatemala. Sin embargo, ya sea por incapacidad, intentar minimizar la seriedad de la situación o simplemente para mostrar un manejo adecuado de la pandemia, los datos de fallecimientos parecen estar muy lejos de la realidad: podrían ser hasta 4 veces más.
Esta desconfianza en los datos ofrecidos por los gobiernos se ha dado en casi todos los países. Es por ello que la comparación del número de muertes en cada país es muy interesante, ya que podemos ver cuantas personas deberían de haber muerto en el 2020, según el promedio de años anteriores, contra las que en realidad murieron.
Al realizar esta comparación, casi todos los países muestran grandes diferencias, lo que evidencia un subregistro de la cantidad de fallecidos por la pandemia. De hecho, en todo el mundo, únicamente Suecia y Francia tienen datos que cuadran casi al 100% entre el registro de muertes por COVID-19 y el exceso de muertes. Bélgica es el único país que reporta más muertes por coronavirus que su promedio de muertes esperado (11%). Mientras que el resto de países arrojan datos de fallecimientos por COVID-19 por debajo o muy por debajo de su exceso de muertes.
Gracias al trabajo de @Labdatosgt, “Exceso de mortalidad durante la primera ola de COVID-19 en Guatemala (Estudio retrospectivo a partir de los datos del RENAP durante las semanas epidemiológicas 2 a 33)", ahora sabemos, como muchos anticipábamos, que Guatemala se encuentra en ese último grupo: los países que reportan una cantidad de fallecimientos por coronavirus muy por debajo de su exceso de muertes.
El estudio realizado por Oscar Chávez (Ingeniero en Robótica del TEC de Monterrey), Aída Barrera (Médica, MsC en Epidemiología Clínica de la Universidad de Pennsylvania) y Karin Slowing Umaña (Médica, Master en Salud Pública para países en desarrollo de la Universidad de Gales, Reino Unido), nos demuestra que nuestras autoridades apenas estarían reportando de manera oficial a 1 de cada 4 personas que fallecen por coronavirus.
De esta manera, el Ministerio de Salud reporta 3,335 muertes por COVID-19 hasta el día de hoy, mientras que el RENAP reporta un exceso de mortalidad de 12,846 personas… y esto es únicamente en el grupo de 21 a 79 años.
Esto significa que durante la pandemia, en el país han fallecido 12,846 personas más de las que deberían de haber fallecido, al compararlo con el promedio de los últimos 3 años (2017, 2018 y 2019).
Grafica 1 - Exceso de muertes en 2020. Click para agrandar.
La gráfica muestra un comportamiento interesante. Se puede ver que desde el momento en el que se reporta el primer fallecido (semana 12) y el presidente anuncia las medidas para mitigar la pandemia, cerrando comercios, quitando el transporte, etc, el promedio de fallecidos se reduce. Esto se debe muy probablemente a que en ese momento, muchísimas personas ya no pueden salir de sus casas, por lo que se reducen los accidentes de tránsito. Los buses, taxis y tuc-tucs no circulan, por lo que sus pilotos ya no son asesinados. Miles de comercios cierran, o atienden en horarios restringidos, por lo que los asesinatos por extorsiones se reducen. En Semana Santa no se puede viajar, por lo que todas las muertes asociadas a las vacaciones (accidentes, ahogados, etc) desaparecieron este año.
Al irse levantando las restricciones, podemos ver cómo la gráfica sube rápidamente, llegando a su pico máximo a finales de julio (semana 28 – del 05 al 11 de julio). Durante esa semana, murieron en Guatemala aproximadamente 2,850 personas, es decir 1,000 personas más que el promedio de años anteriores. De ahí podemos inferir que aproximadamente 140 personas murieron diariamente por COVID-19 a principios de julio, una cifra muy superior a lo que las autoridades llegaron a reconocer en cualquier momento.
A partir de la semana 29, la línea de exceso de muertes desciende rápidamente situándose hasta mediados de agosto. Aunque la línea de exceso de muertes termina por debajo del promedio en la gráfica, esto se debe a que hay un rezago en los datos del RENAP, por lo que aún no se han contabilizado numerosas muertes en ese período.
El estudio también revela las poblaciones más vulnerables por sexo. Sabemos que el COVID-19 afecta a una proporción mayor de hombres que de mujeres, por lo que no es sorpresa que la gráfica de exceso de muertes nos muestre una razón de 3 hombres por cada mujer fallecida.
Grafica 2 - Exceso de muertes por género. Click para agrandar
En cuanto a las edades, sabemos también que a mayor edad, mayor es la letalidad del COVID-19. Esto concuerda con las gráficas de exceso de muertes, en donde podemos ver que entre las semanas 21 a 44, para hombres mayores a 40 años, se registraron 5,939 muertes más que las que se esperaban, mientras que para mujeres mayores de 40 años, se registraron 2,416 muertes más de las esperadas. Esto suma 8,355 muertes en exceso para mayores de 40 años a la fecha.
La población entre 60 y 79 años es la que presenta mayor exceso de mortalidad, siendo el segmento más vulnerable durante la primera ola de la pandemia en Guatemala. Durante el período de estudio, se registraron 4,491 muertes más que las esperadas (73.5%) tan solo en ese segmento.
Entonces, ¿quiere decir que 12,846 personas han fallecido por Coronavirus en Guatemala?
No exactmante. Lo que el estudio indica es que hasta el 15 de agosto de este año, habían fallecido 12,846 personas más que el promedio de años anteriores. Estos fallecimientos incluyen todas las causas (accidentes, asesinatos, etc) y por eso no puede ser preciso al 100%.
Sin embargo, de no haber existido la pandemia, deberían de haber fallecido entre 12,500 y 13,000 personas MENOS, por lo que podemos concluir que la pandemia se llevó a un número muy cercano a ese.
Podemos verlo así: al principio de las disposiciones presidenciales, la pandemia "le salvó la vida" a unas 3,500 personas: se trata de gente que no muró en accidentes, choferes y comerciantes que no fueron asesinados por extorsionistas, personas comunes que no perdieron la vida en asaltos, etc.
Durante ese tiempo, miles de personas siguieron muriendo por causas naturales, mientra que algunas podrían haberse salvado si no hubiera habido saturación en los hospitales.
Tras la relajación de las medidas, podemos ver que sube rápidamente la línea de muertes por semana. Ese rápido crecimiento y la gran diferencia con respecto a los años anteriores solo puede ser explicado por el coronavirus, que en cierto momento llegó a matar hasta 150 personas por día.
A mediados de agosto, la cifra de muertes adicionales había sobrepasado por mucho las vidas salvadas en un inicio: 12,846 personas fallecidas en exceso. El Coronavirus es, lógicamente, la explicación más razonable para la gran mayoría de esas muertes.A pesar de este “encubrimiento” de las cifras reales de muertes, no todo es negativo. Podemos observar en la gráfica el fuerte descenso en la curva de exceso de muertes, en plena apertura económica, lo cual podría indicar que los tratamientos contra el COVID-19 han mejorado mucho, y cada vez un mayor porcentaje de pacientes logra vencer la enfermedad.
Hay esperanza, pero tendremos que esperar el próximo estudio para conocer la realidad. Mientras tanto, multiplique por 4 las cifras emitidas por el gobierno para tener un dato más realista...
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